La inyección de nuestra misma grasa en el rostro es una excelente opción para recobrar el volumen perdido por los efectos de la gravedad sobre los tejidos del rostro, generalmente se usa en pómulos, cachetes, borde de las cejas, surcos nasogenianos, labios, mentón. Un pequeño porcentaje de la grasa inyectada se puede reabsorber, eso depende de cada paciente y también de la adecuada técnica de infiltración de la grasa. (para esto existe un equipo especial de lipoinyección y un equipo de centrifugación, que aseguran una técnica más depurada) La lipoinyección se puede realizar en una sala de procedimientos de forma ambulatoria y con anestesia local, o acompañando alguna cirugía de rejuvenecimiento con anestesia general.
Generalmente la grasa es obtenida de alguna pequeña área donde se encuentre un depósito de grasa (idealmente del abdomen bajo o de la entrepierna) o si se va a realizar una liposucción, se aprovecha una parte de la grasa extraída.
Rejuvenecimiento por infiltración sin cirugía.
El rejuvenecimiento facial también se puede realizar a través de técnicas menos invasivas como son las infiltraciones.